Aforismos Camuflados

Las mujeres juegan al sexo para obtener amor; los hombres juegan al amor para obtener sexo. Y al final de cuentas todos jugamos para obtener lo que buscamos, para pretenderlo, o al menos aparentarlo, una mala imagen vale por mil palabras, sobre todo cuando hemos caído en el juego del otro, a nadie le gusta eso.
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Nos gusta justa jugar, así al comienzo nos cueste, después nadie nos aparta, la mejor manera de librarse de la tentación es caer en ella, el miedo del hombre es no estar a la altura del juego de la mujer y conformarse con poder darle solo amor, ella es feliz sin serlo, el se aburre pronto de mal sexo que le da.
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El miedo de la mujer no se sentirá hasta que sea demasiado tarde, y rondara revuelto con preguntas respecto al tamaño y cantidad de amor que se dice sentir. El amor no puede medirse; pero las mujeres requieren de esa reafirmación constante para seguir jugando, el adulzamiento de las palabras hasta hacerlas empalagosas. Un te amo basta y sobra de vez en cuando, a eso juegan, no sólo las monjas y las prostitutas son las únicas mujeres capaces de hacer ese acto heroico que consiste en renunciar al amor individual.
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Quedamos claros en escritos anteriores que el hombre miente antes con respecto a su sexo para tenerlo a montones, así una vez le baste. La mujer miente después para no volver a tener una rutina aburrida de malos gemidos, malos movimientos y malos finales, hace falta un poco de seso para no caer en la monotonía, lamentablemente lo mismo que hace al hombre pensar lo hace cagar.
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Hay mujeres que piensan que hacer el amor es dejar que una aplanadora les pase por encima y se resignan a recibir lo poco o nada que les quieran dar y cuando les quieran dar, no juegan ni consigo mismas por que ya lo olvidaron, se lo hicieron olvidar y dependen de la miseria que cuelga entre las piernas del mequetrefe que se niegan a perder. Lo peor que le puede pasar a una mujer es desperdiciar su vida enamorada de un idiota; y lo peor que le puede ocurrir a un hombre es ser ese idiota.
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Hace falta imaginación para no serlo y basta esforzarse muy poco para ser un idiota y no darse cuenta, suele suceder caras vemos, coitos no sabemos. El mundo masculino se ve desde los ojos del sexo y de los juegos y maromas que implica conseguirlo, si las mujeres tuviesen la misma sexualidad que los hombres el mundo sería una orgía perpetua.
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En el amor, todo lo que los hombres tienen de irresponsables las mujeres lo tienen de calculadoras, es sencillo las mujeres piensan, los hombres nos jodemos, las mujeres deciden cuándo y dónde, en este sentido a los hombres nos tienen agarrados por las bolas y debemos seguir el juego si lo queremos disfrutar, mientras se puede.
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La sabrosura de las mujeres comienza en su olor... ¿o en su dolor?
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Si la forza e il vigore va bene, avanti con el pene. Si la forza e il vigore mingua, avanti con la lingua. Si la forza e zero, avanti con el dedo. Ma sempre avanti.