Papeles II

El ego del hombre se alimenta de mentiras, las que dice y las que se cree, las que dice, normalmente son para impresionar, las que cree, normalmente son cuando cree haber impresionado, las mujeres suelen ser más sutiles a veces para mentir y eso reconforta, pero igual lo hacen.

A los hombres no nos va nada bien cuando tratamos de salir un paso delante de las mujeres, nosotros, veces no necesitamos mentir, no necesitamos decir la verdad, siempre llevamos las de perder con cualquiera de las opciones. Es mejor confesar y evitar discusiones compartidas.

El hombre que comparte

Mi amor, cuando nos casemos compartiré contigo todas tus desgracias y problemas...

- ¡Pero si no tengo!

- He dicho "después" de que nos casemos.

Los hombres hacemos cosas por mostrar lo que no somos o por elevar lo pequeños que podemos ser, a veces obviamos esas cosas, a veces obviamos lo importante de estar acompañados.

El hombre que importa

- En casa tomo yo las decisiones importantes. Mi mujer sólo decide los detalles.

- ¿Y qué decisiones son importantes?

- No sé, en veinte años de casado aún no he tenido ninguna.

A veces andamos pensando con el pene que olvidamos olvidarnos del estuche y ver lo que ellas llevan por dentro, a veces ni pensamos.

El hombre reflexivo

- ¿Y por qué sales con esa chica, con lo fea que es?

- Es que tiene algo distinto que no había notado nunca en ninguna otra.

- ¿El qué?

- Que quiere salir conmigo.

La verdad es el condimento de las preguntas innecesarias, la verdad como limón y sal en las heridas abiertas.

El hombre sincero

- Oye, Manuel, cuando sea vieja, ¿me seguirás queriendo?

- Claro que sí, ¿no ves que ya lo estoy haciendo?

Agradece lo bueno sin mirar lo malo, el hombre cree vivir de intenciones, al hombre lo joden las intenciones, sean buenas, sean malas.

El hombre y el reproche

- ¿Sabes? ¡Cuando me despidieron de mi trabajo tú estabas a mi lado! ¡Cuando nos echaron de la casa tú estabas a mi lado! ¡Cuando caí en la cárcel tú estabas a mi lado! Ahora que estoy enfermo tú estás a mi lado!

- ¡Sí querido! ¡Yo siempre estaré a tu lado!

- ¡NO! ¡ALÉJATE DE MÍ, ZORRA!, ¡TÚ ME TRAES MALA SUERTE!

El tiempo como castigo trae al olvido, lo lleva de la mano y le pellizca el culo, para que de vez en cuando ese olvido sea recuerdo, a veces funciona, a veces miente.

El hombre amoroso

- Mi vida, ¿nos puedes traer un poco de jamón?

Momentos después:

- Mi cielo, ¿nos traes otras cervecitas?

Al rato:

- Cariño, ¿nos traes unas coca-colas?

Le pregunta un amigo al otro:

- Oye, después de 25 años, ¿sigues diciendo esas babosadas a tu esposa?

A lo que el tipo responde:

- No es eso, ¡es que hace 10 años se me olvidó cómo se llamaba la pendeja!

Finalmente la estrechez mental del hombre común le hace creer que tratando mal a una mujer se hace más grande, y su pene crece con su ego, el hombre no sabe lo que tiene…

El hombre recursivo

- Mi vida, dime algo con Amor.

Y el tipo le contesta:

- AMORfa.

Papeles

Desde que aprendí a hablar recuerdo todos los tonos, acentos, las imitaciones, efectos y uno que otro idioma mal hablado, he memorizado chistes, cuentos, historias, monólogos y una cantidad increíble de tonterías de las cuales puedo extraer retazos para escribir este modesto blog.
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La cotidianeidad es el alimento de quien inventa, adapta, plagia, bla ,bla, bla, y solo hay dos razones para no perder la intención de hacerlo cada lunes, la primera y la segunda. Puedo incluir hombres y mujeres con sus respectivos penes y clítoris y puedo contar la tragedia de los unos y los otros, unos ganan otros pierden, unos ríen otros se joden, casi como la vida misma y a veces me incluyo.

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Hoy queridos niñas y niñas, una reflexión acerca del papel de la mujer en las tragedias sexuales masculinas y no es nada bueno.
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La mujer compresiva

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Una pareja de recién casados, para no tener que soportarse el mal aliento por las mañanas, deciden dormir en habitaciones separadas. Cuando se lo explican a sus amigos uno de ellos le pregunta a la mujer:

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- Y si tu marido quiere hacer el amor, ¿qué hace?

- Pues sale al pasillo y silba.

- ¿Y si eres tú quien quiere hacerlo?
- Pues entonces me asomo al pasillo y le pregunto que si ha silbado.
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La mujer que jode

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- Cariño, no encontré ningún pelo de mujer en tu ropa... ¡Tu me pones los cuernos con una mujer calva!

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La mujer condescendiente
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- Cariño, te advierto que soy muy celoso, incluso sin razones.

- No te preocupes... Conmigo no lo serás nunca sin razón.
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La mujer que manda

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- Hace tres meses que no hablo con mi esposa.

- ¿Han discutido?

- No, lo que pasa es que me tiene prohibido interrumpirle.

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La mujer predecible

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- Como puedes conseguir que tu chica se ponga a gritar después de haber hecho el amor?

- La llamas y le dices dónde estás y con quién...
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La mujer que se burla

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- Oye, mira, que tu marido está intentando enamorar a esa rubia

- Je je je.

- ¿Tu marido quiere estar con otra vieja y tú te ríes?

- Si... A ver cuánto aguanta metiendo la barriga para adentro.

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La mujer que se queja

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- Cariño, últimamente parece que quieres más al perro que a mí.

- Que no, tonta... ¡Si los quiero igual!

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La mujer honesta

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- Hola, ¿qué tal?

- Bien, ¿y tu? ¿Qué tal tu amor con Pepe?

- Pues se terminó hace tiempo.

- ¿Encontraste algo mejor?

- No, le tengo a él. Pero es que nos hemos casado.

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La mujer sumisa

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- Pues a mí, mi marido no me habla nada más que cuando quiere que le abra la botella de cerveza, como si sus dientes no fuesen tan buenos como los míos.

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La mujer que sufre

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Un hombre entra en el dormitorio y le dice a su señora:
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- Claro, yo como un estúpido buscando el cinturón por toda la casa... ¡y tu aquí ahorcada con él!

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Igual las adoramos.

Que nada nos falte

Tiempo, que no nos falte tiempo, un año más de los pocos que nos quedan, un año más para sumar, un año menos para restarle a esta vida de títeres, muchos se joden pensando y se ponen metas que nunca cumplen y se joden de nuevo al terminar un año y no haberlas cumplido, a muchos les importa poco empezar de nuevo, les vale mierda si el año muerto les dejó cosas buenas, les importa nada si al año nuevo vale la pena.
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Pocas cosas lo valen para ellos, que se jodan.
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Verdades, que no nos falten verdades, yo no me quejo, tuve un buen año, perdí poco, gane mucho, no me arrepiento, no importa ahora, cada vez los años son más cortos y la vida más dura y los propósitos más mentirosos, por eso no tendré un propósito mayor, no porque no valga la pena, si no porque al final más vale cumplir una sola cosa que dejar muchas a medias, eso es verdad, ¿ verdad? así es esto, todo se logra despacio, como todas las cosas buenas de la vida que requieren suavidad para después darles duro.
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El sexo es un ejemplo.
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Sexo, que no nos falte el sexo, pero no el sexo por urgencia, en muchos casos una paja es más segura y buena que una mala mujer que te de desconfianza, no se lo den al primero que se los pida niñas y no lo metan en el primer hueco que se les ofrezcan niños. Que no les falte el sexo, pero el buen sexo, el sexo que complemente, el sexo nuestro de cada día, tengan sexo con alguien que los devore, que los atrape, que los bese…tengan sexo con alguien que les bese hasta las pelotas de los ojos sin remordimiento.
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El sexo con miedo no puede llamarse sexo.
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Paciencia, que no nos falte paciencia ,a que veces es bueno tomarse las cosas con calma, a veces es bueno tomárselas con un poco de limón y sal, a veces vienen solas y ni cuenta nos damos, la vida es así y somos sus títeres, y que importa, la vida es para vivirla y cada quien a su manera, sin propósitos, con ellos y también al revés, a veces hacen falta tantas cosas y veces sobra tanta mierda, que no sabemos dónde ponerla y nos toca tragarla, así es el electrocardiograma de los días.
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Y qué importa.
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Que no nos falte amor, aunque suene a quinceañera telenovelizada lo digo, el amor es un motor que construye cosas importantes, entre esas los propósitos anteriores, el amor es esa cosa que te hace bien y a la vez te complica, el amor es la suma de esas pequeñas tragedias que nos hacen felices y necesitamos con urgencia, el amor es esa pendejada importante que a todos nos hace sentir por instantes vivos, por instantes muertos, pero algo nos hace sentir. El amor nos hace mejores y controla los pedos.
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Que nada nos falte.