El Sexo nuestro de cada día

Sexo, la respuesta siempre es sexo, buen sexo y también del otro, el sexo nuestro de cada día. El hombre abandonara su nido en busca de sexo barato, no digo gratis, barato; nada es gratis, sobre todo si se trata de mujeres. El mismo sexo que lo hastiara cuando esa misma mujer sea una morsa desparramada en la cama.

- Tú me quieres o…

Sexo, la respuesta siempre es sexo, aunque uno dirá cualquier pendejada para no morir en el intento y sobre todo para no perderse del sexo que ya se hace rutina, el sexo barato suele salir más caro que el sexo pagado. Nunca sabes que es demasiado tarde, hasta que es demasiado tarde.

El hombre promedio se queja de tener muy poco sexo (con su mujer). El hombre promedio no sabe que es malo para tirar, pero dice tener mucho sexo y que además es muy bueno (con los hombres) Algo está fallando allí.

Una mujer insatisfecha puede arruinar tu vida sexual, una mujer satisfecha no se irá, se quedara para siempre, para empezar y te jodera el resto de tú vida, para terminar.

A las mujeres les cuesta aceptar que están siendo mal comidas, las ofende, tanta ilusión tanto corazón para un pendejo que se viene en cinco minutos y pregunta ¿te gustó?

No hagas preguntas tontas que te puedan decir la verdad, el ego masculino reside entre los pantalones en muchos casos, y nunca sexo y ego son del mismo tamaño, no cabrían en el mismo pantalón.

Muchas mujeres sueñan con ser putas para ser tratadas como tal, muchas los son y no les importa, muchas lo son pero lo niegan, esas son las peores. Todas llevan una puta por dentro que puede ser despertada oprimiendo el botón indicado.

Los hombres se pueden coger cualquier porquería con tal de sumar en la lista, la cantidad de mujeres de una lista es inversamente proporcional a la calidad del pene que la ostenta.

Una mujer puede perder su vida al lado del mismo fracasado, los hombres no cambian; en la misma posición y acostumbrándose al manejo de los tiempos, abre las piernas, siente algo que hace mucho no le importa, la respiración en la oreja, un par de sacudones, y ya estuvo. Puede dormir como es la costumbre. El cumplió con el deber de hombre, ella soñara con caparlo y fugarse con un negro.

Lorena huye con el pene de su esposo en la mano mientras conduce por la autopista, sonríe y lo agita por la ventanilla. El viento le arrebata el pene, este sale dando vueltas y va a estrellarse en el panorámico de un auto de atrás, dos hombres lo miran, se miran, quien conduce dice:

- ¿Viste el tamaño del pene de ese mosquito?

- Yo lo tengo más grande, responderá el otro

Una amiga se quejaba del pito de su novio, apenas lo sentía, apenas se movía; aún así lo quería mucho, no le importaba pasar el resto de su vida al lado de este pito que apenas se sentía, apenas se movía, no era el primero, ya se estaba acostumbrando, el pagaba sus cuentas.

Esa noche estuvimos juntos varias veces, no quería bajarse. Las mujeres no son fieles ni siquiera a sus pensamientos.