Morphy el profeta demente

Ella dice duro papi y no hay que dudarlo, ella sabe lo que quiere y le doy duro, en estos momentos no se le puede negar nada, ella exige, soy su hombre y debo cumplirle, nos movemos a un lado, tomamos mejor impulso, tratamos de ahogarnos los gritos porque papá y mama duermen en el cuarto de al lado, casi susurrando ella repite, todo, todo...

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Y las tablas se caen y se quiebra el silencio pretendido y nos pone en evidencia…mierda, ya es la tercera cama que desbaratamos, nos reímos casi tapándonos la boca, eso nunca se nos va a olvidar, con el mismo sigilo es mejor bajar el colchón al piso y continuar… duro papi.

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La cama de cualquier habitación hará más ruido el día que la casa esté en absoluto silencio y llena de gente atenta a tus movimientos.

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Si algo puede salir mal, saldrá mal, señala la ley de Murphy, y en el sexo no hay excepción, en ningún sentido, de algo tan bueno no dan tanto. O como diría la norma: Si su pareja goza demasiado es porque está fingiendo o usted es un potro. 

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(guiño, guiño)

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Hay muchas formas de que las cosas salgan mal, solo es cuestión de querer que todo sea perfecto para ellas. Su mujer siempre le reprocha a usted el quedarse dormido después del amor, ignorando que ese hecho es parte de la naturaleza del hombre. Pero cuando usted se esfuerce y permanezca despierto, acariciándola, mimándola e inclusive preparándose para el segundo fru, fru, ese día ella se dormirá.

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El que ronca es el que se duerme primero. La noche es perfecta.

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Inténtelo, sedúzcala, ronronéele, córretela por toda la cama, deslice sus manos como un gusano guayabero por la pancita de su niña consentida y use la imaginación, ponga en práctica eso que tantas ganas tiene, se dará cuenta que cuenta que siempre habrá otro que ya le hizo antes a su pareja lo que usted pretende sea una novedad. Y, con seguridad, se lo habrá hecho mejor.

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En el amor, la mujer nunca consigue lo que espera y el hombre nunca espera lo que consigue

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Siempre tenga claro que sus deseos de amar aumentarán a medida que los de su cónyuge disminuyan. Pero para cuando el deseo de su cónyuge haya aumentado considerablemente, para ese entonces usted ya se habrá masturbado.

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Amor, sexo pareja, todo es cuestión de método y quizá aunque no lo quiera un poco de costumbre, la norma dice que si ella le pide que compre cinco cosas en la tienda y luego añade otra más que se le acaba de ocurrir, se le olvidarán dos de las cinco primeras. Somos animales de costumbres dice una canción, estamos en proceso de domesticación.

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Pero no se preocupe esto es cósmico, casi que inevitable, creo que inventare la ley de Calo, si le tiene que pasar a usted, le pasara aguántese como machito y si lo hacen llorar aguántese como machito llorón.

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Y finalmente sonría. Mañana puede ser peor.