Cuánta culpa cabe al que habla de más y cuánta más al que escucha de menos , cuánta culpa cabe al tiempo que pasa sin que pase nada y cuánto tiempo basta para que pase algo que arruine las culpas y ceda el lugar a verdades incomodas, sin espera a verdades necesarias.
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- Hoy me levanté temprano, me puse los pantalones, me vestí lentamente, hice café, agarre mis palos de golf, me fui silenciosamente al garaje para no despertar a mi mujer, puse los palos en el carro, y procedí a sacarlo del garaje bajo una lluvia torrencial. Estaba toda la calle inundada y el viento gélido soplaba a 100 kilómetros por hora, Volví a entrar el carro al garaje, puse la radio y me enteré de que el mal tiempo iba a durar todo el día... Que decepción
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- Hoy me levanté temprano, me puse los pantalones, me vestí lentamente, hice café, agarre mis palos de golf, me fui silenciosamente al garaje para no despertar a mi mujer, puse los palos en el carro, y procedí a sacarlo del garaje bajo una lluvia torrencial. Estaba toda la calle inundada y el viento gélido soplaba a 100 kilómetros por hora, Volví a entrar el carro al garaje, puse la radio y me enteré de que el mal tiempo iba a durar todo el día... Que decepción
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Entré de nuevo en mi casa, me desvestí silenciosamente para no despertar a mi mujer y me deslicé dentro de la cama.
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Despacito me arrunché contra su espalda, le puse la mano en la nalguita y le susurré al oído:
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- El tiempo afuera está horrible mi amor.
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Ella me contestó medio dormida:
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Ella me contestó medio dormida:
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- Ya lo sé. ¿Puedes creer que el imbécil de mi marido se fue a jugar golf?
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Cuánta culpa cabe a quien reinventa kamasutras para busca fuera lo que tiene dentro, cuanta culpa cabe al hombre incorrecto que se niega a pedir lo que reamente quiere en la cama y sólo lo halla en la calle, cuánta culpa cabe en la mujer que se niega a darle a quien lo pide un poco de lo que ruega, cuanta culpa cabe si sólo calla.
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En la alcoba conyugal, la sensual esposa recibe al marido a lastres de la mañana diciéndole:
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- Desabrocha mi blusa y déjala sobre la cama
- Sí mi amor
- Ahora el sostén, ponlo en la silla
- Claro bebe
- Deja mi falda en el ropero
- lo que quiera mi amor
- Ahora mis pantys en el cesto
- Ya están mi amor
- Y que sea la última vez que te pones mi ropa maricón de mierda
- …
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Cuánta culpa cabe a quien permite que el tiempo lo lleve mientras olvida que el reloj camina inclemente hacia su propia mala suerte, cuánta culpa cabe a quien se niega unos minutos para finalmente llegar tarde a donde no quería llegar, cuanta culpa cabe al modo incorrecto de hacerlo.
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Te quitas los zapatos antes de entrar, subes tratando de no hacer ruido, Quitándote la ropa en el baño con la luz apagada, entrar en el cuarto bien despacito sin un solo ruido.
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Da igual manera la mujer se va a emputadar y se levanta a joder la vida y señalar sus culpas por llegar tan tarde.
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Cuanta culpa cabe a quien sabe hacerlo de la manera adecuada y se niega compartir el secreto, las culpas y las disculpas terminan igual engañando, pero hay maneras de hacer lo correcto para evitarlas.
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Llegas sonando las llantas del carro, dando frenadas bruscas, pateas la puerta con fuerza subes la escalera pisando fuerte, quitándote la ropa y los zapatos y tirando todo por el piso golpeando la puerta del armario para luego brincar a la cama y decirle a la mujer a grito entero:
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Mi Amor.... hoy quiero culo
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Así, sólo así ella se hará la dormida...y usted dormirá tranquilo, libre de culpas.