Tú silba y yo voy corriendo.
Y debemos portarnos bien y debemos ganarlo todo e invertirles tiempo, ser poco cabrones, un remedo de caballero y como un cachorro levantar la ceja y fingir que oímos o en el peor de los casos que nos interesa, debemos hacerlo bonito pa´ que valgas la pena, porque un orgasmo lo finge cualquiera, pero una verga parada no se logra fingiendo, ser hombre es una joda interesante hasta que todo empieza salir mal y sale mal.
Si, también bajamos la guardia, nos bajan el cierre y nos aprietan las bolas.
Debemos cargar el peso de que mentimos más, aunque ustedes lo hagan mejor, eso nos hace basura y a ustedes las cabrea; no se puede mentir sin imaginación. Y de eso también debemos llenarnos un poco, un mal catre termina hartando y poniéndole a la rutina tu nombre.
Si me vas a matar, mátame que al fin y al cabo soy tuyo.
Cuando una mujer logra que un hombre haga lo que ella pida va ganando y todos, lean bien, todos hemos tenido o tendremos una mujer así, una mujer que nos revuelque el mundo, nos dosifique el aire, nos ponga soñar en voz alta, nos haga pedir por un poquito más, nos haga llorar, si, también lloramos, nos haga odiar y sobre todo una mujer que por más que lo intentemos nunca, se deje olvidar.
El que quiere besos busca la boca
Y todos en algún momento hemos rogado y hemos sido patéticos bultos de carne pensando con el pene, porque nos acostumbramos, porque más vale coño conocido que ruego por conocer, uno nunca sabe cuando una mujer va a empezar hasta que ya empezó y es demasiado tarde, uno nunca sabe cuando lo mandaran a la mierda hasta que ya esta oliendo.
La fidelidad no es un asunto sexual.
Debemos ser fieles y con esa mujer lo logramos, pero es esa mujer la que le importa un pepino si lo haces o no, es esa mujer la que te deja plantado y no te contesta o lo hace cuando se pegue la reverenda gana,para aparecer después como si nada, esa mujer se hace desear de más porque le gusta que le rueguen y el sexo es el premio y casi siempre es compartido.
¡Oye estúpido, yo te puse cuernos, no te dí alas!
Pregúntale si le importa, pregúntale si con decir basta, pasa, esa mujer sabe que esta tan dentro tuyo que le importa un culo lo que quieras hacer, porque sabe que siempre volverás y volvemos, porque ahí esta ella, indescifrable como un reto, tentadora y sonriente apretándote las bolas sin tocarte, porque quizá, en el fondo ella sabe que tampoco estará tan bien como lo está contigo cuando obedeces como un completo perrito faldero.
Tú mandas y yo me arrastro.