29 nov 2010

Perritos falderos


Tú silba y yo voy corriendo.

Y debemos portarnos bien y debemos ganarlo todo e invertirles tiempo, ser poco cabrones, un remedo de caballero y como un cachorro levantar la ceja y fingir que oímos o en el peor de los casos que nos interesa, debemos hacerlo bonito pa´ que valgas la pena,  porque un orgasmo lo finge cualquiera, pero una verga parada no se logra fingiendo, ser hombre es una joda interesante hasta que todo empieza salir mal y sale mal.

Si, también bajamos la guardia, nos bajan el cierre y nos aprietan las bolas. 

Debemos cargar el peso de que mentimos más, aunque ustedes lo hagan mejor, eso nos hace basura y a ustedes las cabrea;  no se puede mentir sin imaginación. Y de eso también debemos llenarnos un poco, un mal catre  termina hartando y poniéndole a la rutina tu nombre.

Si me vas a matar, mátame que al fin y al cabo soy tuyo.

Cuando una mujer logra que un hombre haga lo que ella pida va ganando y todos, lean bien, todos hemos tenido o tendremos una mujer así, una mujer que nos revuelque el mundo, nos dosifique el aire, nos ponga soñar en voz alta, nos haga pedir  por un poquito más, nos haga llorar, si, también lloramos, nos haga odiar y sobre todo una mujer que por más que lo intentemos nunca, se deje olvidar.

El que quiere besos busca la boca

Y todos en algún momento hemos rogado y hemos sido patéticos bultos de carne pensando con el pene, porque nos acostumbramos, porque más vale coño conocido que ruego por conocer, uno nunca sabe cuando una mujer va a empezar hasta que ya empezó y es demasiado tarde, uno nunca sabe cuando lo mandaran a la mierda hasta que ya esta oliendo.

La fidelidad no es un asunto sexual.

Debemos ser fieles y con esa mujer lo logramos, pero es esa mujer la que le importa un pepino si lo haces o no, es esa mujer la que te deja plantado y no te contesta o lo hace cuando se pegue la reverenda gana,para aparecer después como si nada, esa mujer se hace desear de más porque le gusta que le rueguen y el sexo es el premio y casi siempre es compartido.

¡Oye estúpido, yo te puse cuernos, no te dí alas! 

Pregúntale si le importa, pregúntale si con decir basta, pasa, esa mujer sabe que esta tan dentro tuyo que le importa un culo lo que quieras hacer, porque sabe que siempre volverás y volvemos, porque ahí esta ella, indescifrable como un reto, tentadora y sonriente apretándote las bolas sin tocarte, porque quizá, en el fondo ella sabe que tampoco estará tan bien como lo está contigo cuando obedeces como un completo perrito faldero.

Tú mandas y yo me arrastro.

22 nov 2010

Sabanas rotas

No pretendo justificar lo cabrones que podemos llegar a ser si no lo proponemos, por que  lo somos y mucho, tampoco busco explicar por que podemos ser los más grande pelotudos del mundo si eso les gusta.

¿Celoso yo ? Nooooooo mames.

¿Saben por qué? Detestamos las preguntas incomodas, las situaciones difíciles, las películas románticas y a Brat Pitt en calzoncillos. Mentimos a veces sin razón, a veces porque sí y otras tantas porque la verdad sabe a mierda y no le das mierda a la persona que quieres, pero eso se buscan al pedirnos factura de besos pasados y amores perdidos, eso se ganan buscando arañazos en el cuerpo que ya se han borrado.

Si, con tal de protegernos nos encabronamos, gritamos y las hacemos sentir culpables ¿de qué? De lo que sea, eso es lo de menos, somos animales amañados y solapadamente domesticados nos hicieron machos pa´ joderles la vida, así ha sido, así será y es lo normal.

Quizá los tipos nos acostumbramos a esas mujeres que dan todo a cambio de mantener esa relación, a esas mujeres que se juegan la mejor carta al comienzo y se pretenden sumisas sin quererlo y lo logran, esas que lo apuestan todo de entrada se quedan sin juego para el final y no hablo de sexo, el tipo puede ser una mierda en la cama, pero es la mierda de ella y no lo piensa compartir con nadie más.

Y eso nos hace un puto daño.

Porque nos acostumbramos a tenerlo todo sin poner mucho, nos acomodamos a quien mejor acune, a quien joda menos, a quien pida menos y quien haga más, esas son las mujeres para casarse, para tener hijos, para joderles la vida y eso está bien, es lo normal.

Es lo que aguantan.

Si, meamos por fuera, pedorreamos bajo sabanas y tenemos el descaro de sacudirlas para compartirlo, nos sacamos los mocos los pegamos bajo la mesa, nos cuesta quítanos los pelos de la nariz, repetimos los calcetines varias veces a las semana sin lavarlos, cagamos con la puerta abierta y no hay lio, ustedes lo aguantan.

Mierda… ¿y el problema es nuestro?

De esas he visto a tantas llorar sin poder dejarlo porque lo aman y repito, ¿el problema es nuestro? De esas he visto cortarse las venas cuando las dejan, por que las dejan. Una mujer que no represente un reto verdadero termina por hartar al cabrón, que  para colmo de males, es exigente y compite.

El fútbol no lo vemos por las putas piernas de Cristiano Ronaldo.

Vale, en la medida en que puedan ser mejores mujeres empezaremos por ser mejores hombres, en la medida en que se den el lugar que creen merecer respetaremos los espacios que creen necesitar, el día en que dejen de pretenderse objetos todo el tiempo dejaremos de tratarlas como objetos, por que el sexo no lo es todo, como creen, pero es mejor cuando se hace bien y la cosa es pareja, cuando se espera, cuando se gana.

La gracia no es excitar un pendejo, eso lo hace cualquiera, la gracias es poderlo excitar después de que este satisfecho.

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