De la persuasión al abuso solo ahí un paso, la línea divisoria es tan muniscula que es casi imperceptible; alguna ves alguien dijo que nuestra televisión es eso “nuestra” que es lo qué nos merecemos, lo que nos toco, como el recipiente vació de la privatización de la televisión colombiana.
Un recipiente que no me dudo en comparar con una mica de cerámica, un recipiente para depositar mierda y nada más que mierda; que tristeza ser la mala copia de algo, y que tristeza tener de consuelo a “La señorita laura” o los “chous” con enano incluido donde un dizque “presentador” morbocea a las bailarinas pasadas de kilos y a las invitadas con la infaltable “Vuelta, vuelta, vuelta” tan solo para verles el culo.
La incomodidad me hace odiar y odio muchas cosas pero el aliciente es el irrespeto telénovelesco de nuestros canales privados; ¿privados de qué ? ¿de inteligencia? a quién se le podría ocurrir , “tele bobelas" a las 11:30 de la noche, contenidos absurdos, historias predecibles, pésimos actores, argumentos mediocres y publicidad por todo lado.
“Muy pronto gran lanzamiento”…!eso ya no es expectativa ¡ eso es una amenaza; ya no esperan a que una termine y te meten la otra, o en el mejor de los casos la sacan de aire, y a las pobres señoras trasnochadoras las dejan mamando por que nunca sabrán, si esta se come a este, o aquella es mas puta que a otra, o si la pobre imbecil recibirá la herencia de su promiscuo padre, que le permitirá meter a la antagonista a una cárcel donde hay celdas para cada recluso, “las telenovelas permiten reflejar la realidad y la cotidianidad de nuestra Colombia” dicen algunos…a al mierda.
Ahora lo actores deben tener el acento mexicano, "el acento neutro"; ¡que se joda Adriana Barranza! como si no fuera suficiente con "El Chavo", que se folle un pez a Jim McNamara.
Es este el final de la metamorfosis del televidente pasado de tele-idiota a tele-adicto y ahora a tele-apático. La televisión nacional se ha ido ganando fracaso tras fracaso el lugar que le corresponde, olvidada, rechazada y reemplazada por el bien de la lectura, por canales americanos subtitulados, o en el mejor de los casos por el bien de la cultura con Señal Colombia; La televisión inteligente.
Nuestra televisión es lo que se merece ser, cada quien cuida sus fracasos y es dueño de los mismos; eso, eso sigan copiándose uno del otro, sigan haciendo su Gran Chuo mediático repartiéndose las plastas del sofá entre mariachi y despecho, entre caballos y putas; que tristeza.
Un recipiente que no me dudo en comparar con una mica de cerámica, un recipiente para depositar mierda y nada más que mierda; que tristeza ser la mala copia de algo, y que tristeza tener de consuelo a “La señorita laura” o los “chous” con enano incluido donde un dizque “presentador” morbocea a las bailarinas pasadas de kilos y a las invitadas con la infaltable “Vuelta, vuelta, vuelta” tan solo para verles el culo.
La incomodidad me hace odiar y odio muchas cosas pero el aliciente es el irrespeto telénovelesco de nuestros canales privados; ¿privados de qué ? ¿de inteligencia? a quién se le podría ocurrir , “tele bobelas" a las 11:30 de la noche, contenidos absurdos, historias predecibles, pésimos actores, argumentos mediocres y publicidad por todo lado.
“Muy pronto gran lanzamiento”…!eso ya no es expectativa ¡ eso es una amenaza; ya no esperan a que una termine y te meten la otra, o en el mejor de los casos la sacan de aire, y a las pobres señoras trasnochadoras las dejan mamando por que nunca sabrán, si esta se come a este, o aquella es mas puta que a otra, o si la pobre imbecil recibirá la herencia de su promiscuo padre, que le permitirá meter a la antagonista a una cárcel donde hay celdas para cada recluso, “las telenovelas permiten reflejar la realidad y la cotidianidad de nuestra Colombia” dicen algunos…a al mierda.
Ahora lo actores deben tener el acento mexicano, "el acento neutro"; ¡que se joda Adriana Barranza! como si no fuera suficiente con "El Chavo", que se folle un pez a Jim McNamara.
Es este el final de la metamorfosis del televidente pasado de tele-idiota a tele-adicto y ahora a tele-apático. La televisión nacional se ha ido ganando fracaso tras fracaso el lugar que le corresponde, olvidada, rechazada y reemplazada por el bien de la lectura, por canales americanos subtitulados, o en el mejor de los casos por el bien de la cultura con Señal Colombia; La televisión inteligente.
Nuestra televisión es lo que se merece ser, cada quien cuida sus fracasos y es dueño de los mismos; eso, eso sigan copiándose uno del otro, sigan haciendo su Gran Chuo mediático repartiéndose las plastas del sofá entre mariachi y despecho, entre caballos y putas; que tristeza.
